Erase una vez... un Principe azul.
Qué wuayyyy!!! diran unas... que envidia!! diran otros.
Pues no!! El principe se encontraba triste y alicaido...
Como puede ser eso!! os preguntareis, si todas las doncellas andan buscando uno desesperadas!!!
Os lo voy a esplicar...
Todo es culpa del sapo...
La vida de un Principe azul es muy dura.
Para empezar está ese bulo de que en apariencia son sapos... ahí andan todas las doncellas besando sapos desesperadas, (el sapo encantado!!!) saliendo con tipos que solo saben cagarse en tal y en cual...dar golpes en la mesa y ver partidos de fútbol por la tele,
mientras los pobres principes, ansiosos por hacer feliz a una bella doncella, éstas no les hacen ni caso, esperando que nuestro sapo se transforme...
Después cuando por fin y despues de mucho esfuerzo por parte del principe la doncella se da cuenta de que realmente es un sapo y se fijan en el principe azul, empieza lo peor;
Es que es muy bueno!!! dicen unas, lo quiero mucho!! dicen otras!! pero como es un principe...se le exige como tal, (que para eso ya teniamos al sapo) y como la expectativa es tan grande el principe no puede con todo lo que le exige la doncella acabando el pobre de los nervios,
extenuado y frustado, mientras tanto llega nuestro querido sapo con una manta y una botella de vino del carrefour y se la vuelve a llevar, acabando del todo con la poca paciencia del principe.
Y he aquí que el principe se queda solo, eso si...lo quieren mucho y es muy bueno, mientras ve al sapo quedarse con su doncella.
MORALEJA.
Quitaros de la cabeza lo de ser principes azules, porque no teneis futuro.
Hay que inventar la pocima para pasar a sapo!!!
...Y colorin colorado este cuento se ha acabado.
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